Rol de la radiación UVA en la patogenesis del melanoma

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La creciente incidencia del melanoma es un grave problema de salud pública que merece una comprensión profunda de los posibles factores de riesgo causales, que incluyen la exposición a la radiación ultravioleta (UVR). Aunque la UVR ha sido clasificada como un carcinógeno completo y ha sido reconocida por su capacidad para dañar el ADN genómico a través de medios directos e indirectos, los mecanismos precisos por los cuales los componentes UVA y UVB de la UVR contribuyen a la patogénesis del melanoma no han sido claramente definidos.

Investigaciones recientes sugieren que los rayos UVA no solo contribuyen a la formación directa de las lesiones del ADN, sino que también afectan la eliminación de los fotoproductos UV del ADN genómico a través de la oxidación y el daño a las proteínas reparadoras del ADN. Además, también se espera que el microentorno del melanocito dentro de la epidermis de la piel tenga un impacto en la melanomagénesis y, por lo tanto, las alteraciones en el microambiente inmune, por las respuestas de daño al ADN asociadas a los rayos UVA, pueden contribuir al desarrollo del melanoma. Por lo tanto, parece haber múltiples vías por las cuales los UVA pueden elevar el riesgo de melanoma. Las estrategias de protección contra la exposición excesiva a las longitudes de onda de la luz UVA , por lo tanto, tienen el potencial de disminuir la incidencia de melanoma.



Esquema del mecanismo de quimioexcitación de la formación de CPD por UVA y melanina. La exposición a los rayos UVA del sol u otras fuentes conduce a la generación de óxido nítrico y superóxido dentro de las células de los mamíferos. Estas especies reactivas se combinan para formar peroxinitrato, que luego puede actuar para degradar la melanina (inducida por UVA) en monómeros y luego actuar sobre los fragmentos de melanina para producir un dioxetano que es inestable pero de alta energía (estado triplete) que reacciona con las bases de ADN para formar CPD. Estos CPD pueden formarse horas después de la exposición a los rayos UVA y, por lo tanto, se denominan “CPD oscuros”.

Anteriormente, había una idea errónea de que los UVA de alta intensidad de los dispositivos de bronceado artificial eran seguros y no estaban asociados con el melanoma. Sin embargo, los datos más recientes de estudios experimentales,  estudios epidemiológicos y de uso de protector solar en humanos proporcionan resultados convincentes.

Existe evidencia de una fuerte asociación entre los rayos UVA y el riesgo de melanoma [Autier et al., 2011]. Los UVA son un carcinógeno completo que puede jugar un papel clave tanto en el inicio como en la promoción del melanoma. En consecuencia, se debe emplear una exposición reducida al sol y otras fuentes de luz UVA para minimizar el riesgo de melanomagénesis.

Las medidas de protección simples incluyen evitar la luz solar directa durante las horas pico del día usando sombreros, ropa adecuada y buscando sombra. Además, debido a que se ha demostrado que los filtros solares reducen la formación de daños en el ADN en la piel humana irradiada con rayos UV [Olsen et al., 2017], el uso adecuado ya largo plazo de los filtros solares de amplio espectro que contienen filtros UVA y UVB también debe ser parte de La estrategia para reducir el riesgo de melanoma. También hay una clara necesidad de desarrollar filtros UVA más efectivos en los filtros solares [Sargent y Travers, 2016]. En conjunto, se esperará que estos enfoques limiten la cantidad de daño al ADN no reparado inducido por los rayos UVA y, por lo tanto, la mutagénesis e inmunosupresión que impulsa la melanomagénesis.

Investigaciones recientes han descubierto formas novedosas en las que los UVA pueden inducir la formación de CPD en el ADN de los melanocitos y alterar la tasa de reparación de fotoproductos UV mediante la oxidación de las proteínas NER. Además, las alteraciones en el microentorno de los melanocitos por factores paracrinos y el sistema inmunitario pueden exacerbar aún más estos efectos. Se espera que los defectos en la reparación del ADN y la respuesta del daño del ADN celular a los rayos UVA en última instancia den lugar a mutaciones genéticas que impulsan la iniciación y promoción de los melanomas. Se cree que muchos de los efectos de los UVA se cree que se deben en gran parte a su capacidad para producir ROS, se deben considerar nuevas estrategias para proteger la piel contra la exposición excesiva a los UVA y para mejorar los efectos de la generación de ROS. de la patogénesis del melanoma inducido por UVA.

Referencias:

Khan, A. Q., Travers, J. B., & Kemp, M. G. (2018). Roles of UVA radiation and DNA damage responses in melanoma pathogenesis. Environmental and Molecular Mutagenesis, 59(5), 438–460. doi:10.1002/em.22176

Schuch, A. P., Moreno, N. C., Schuch, N. J., Menck, C. F. M., & Garcia, C. C. M. (2017). Sunlight damage to cellular DNA: Focus on oxidatively generated lesions. Free Radical Biology and Medicine, 107, 110–124. doi:10.1016/j.freeradbiomed.2017.01.029